TESTAMENTO DE LAS CUMBRES

​

Y yo en emoción
veo pasar el viento de la vida;
tal dolmen atrofiado, agrietado
por las sinuosidades de las quimeras.
Estroboliano sueño de venganzas
que dormita bajo la crepuscular aurora.
Bóveda hechizante husmeando
la viuda negra de festines sórdidos.
!Qué humanidad vampira!
jadeante en pos del pintalabios,
lacera la carne en barbecho
del dragonero ortodoxo.
Cabalgata de acero forjado
por cruces de medialunas
y estrellas de ultramar
que pisotea la inmaculada anticoncepcion.
de iris venusinos adormecidos bajo el sol